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Valor clínico de las segundas opiniones en oncología: una revisión retrospectiva de los cambios en el diagnóstico y las recomendaciones de tratamiento.

(Documento Fuente)

Los datos sobre el valor clínico de las segundas opiniones en oncología son limitados. Se examinaron los cambios en el diagnóstico y el tratamiento resultantes de las segundas opiniones y el impacto esperado sobre la morbilidad y el pronóstico. Métodos Este estudio de cohorte retrospectivo incluyó a pacientes que acudieron en 2018 a un centro oncológico de alto volumen para obtener segundas opiniones sobre cánceres colorrectales, de cabeza y cuello, de pulmón y mieloma recién diagnosticados o resultados anormales. Dos médicos de subespecialidades de cada tipo de cáncer revisaron 30 registros médicos (120 en total) utilizando un proceso y una guía detallada de recopilación de datos destinada a mitigar el sesgo institucional.

La medida de resultado primaria fue la tasa de cambios en el tratamiento que eran “clínicamente significativos”, es decir, que se esperaba que afectaran la morbilidad y/o el pronóstico. Entre aquellos con cambios en el tratamiento, otra medida de resultado fue la tasa de cambios diagnósticos clínicamente significativos que condujeron a un cambio en el tratamiento. Resultados De los 120 casos, cuarenta y dos tuvieron cambios clínicamente significativos en el tratamiento con resultados esperados positivos (7 colorrectales, 17 de cabeza y cuello, 11 de pulmón, 7 de mieloma; 23–57 %). Dos pacientes tuvieron resultados esperados negativos por haber buscado una segunda opinión, con una morbilidad a corto plazo peor y una morbilidad y pronóstico a largo plazo sin cambios. Todos aquellos con resultados esperados positivos tuvieron una mejoría de la morbilidad esperada (a corto y/o largo plazo); 11 (0–23 %) también tuvieron una mejoría en el pronóstico esperado. Nueve implicaron un cambio del tratamiento a la observación; 21 implicaron la eliminación o reducción de la extensión de la cirugía, en comparación con 6 que agregaron cirugía o aumentaron su extensión. De los 42 pacientes con cambios en el tratamiento, 13 se debieron a cambios diagnósticos clínicamente significativos (1 colorrectal, 5 de cabeza y cuello, 3 de pulmón, 4 de mieloma; 3%–17%). Conclusiones.

Las consultas de segunda opinión a veces agregan valor clínico al mejorar los pronósticos esperados; Más a menudo, ofrecen desescaladas del tratamiento, con las correspondientes reducciones en la morbilidad esperada a corto y/o largo plazo. La investigación futura podría identificar subgrupos de pacientes con más probabilidades de beneficiarse de las segundas opiniones.